El disco, de la banda que se completa con Ignacio Cuneo en batería y Sebastián Choren en bajo. producido por los experimentados Tito Fargo y Walter Chacón, abre con el riff poderoso y firme de "A costa de nada", con la voz de Leticia Pitrella yendo al frente, jugando y demostrando su capacidad, con buena marcha.

Este camino bien rockero y movedizo sigue en "Explota y arde" con un gran trabajo de las guitarras de Santino Kaslauzkas y la base que se mantiene firme y machacante, mientras que Pitrella canta sobre la vida monótona, rutinaria de aquellos que viven en las grandes urbes y son explotados laboralmente.

Pitrella y Kaslauzkas charlaron con Télam sobre el nuevo trabajo y al presión que sufre una banda emergente cuyos discos y shows han generado una repercusión muy positiva:

T:-¿Qué idea tenían para este segundo disco y porque eligieron a Tito Fargo como productor?
Leticia:- En realidad no teníamos ninguna idea específica, teníamos las canciones. Teníamos alrededor de siete, no estaban todas y de repente pensamos en ver qué onda porque queríamos grabar. De hecho, muchas de esas siete se fueron descartando y las fuimos tocando, y viendo de hacerlas para ver la reacción del público. Y bueno, nuestra idea era tener alguien que nos pueda leer qué es lo que queríamos y se dio de encontrarlo a Tito. No fue alguien que teníamos en mente, pensamos en uno y en otro y él fue el único que nos dijo que nos conocía y le gustaba lo que hacíamos. Nos juntamos, pegamos onda y teníamos la misma forma de pensar en cuanto a lo musical, es muy parecido a nosotros, así que empezamos a trabajar con él. Fue una experiencia tremenda, me sorprendía cada cosa que hacía… En algunas cosas coincidíamos en todo y en otras no, pero es muy tranquilo así que era siempre para bien.

T:-¿Trabajar con alguien como Tito Fargo así es un desafío por tener que estar a la altura?
Santino: Lo que tuvo Tito es que Leti es más de escuchar Los Redondos, pero nosotros ni fu ni fa.
Leticia: A mí me gustan "Gulp" y "Oktubre", pero lo más gracioso es que no sabía realmente quién era. Cuando empezamos a meternos me di cuenta que hizo las violas de mi infancia. En el momento pensaba que estaba laburando con el tipo que a mí me movió todo para hacer rock. Es un tipo muy humilde, de hecho, me agradeció que lo llamáramos y todo eso a uno lo hace sentir muy cómodo. Y él mismo lo dice, no es un guitar hero, es un músico que tiene una estética y un gusto definido. Entonces, no te avasalla desde el lado de "mirá como pelo", sino por cómo es creativo.
Santino: Lo bueno es que siempre me llevaba para el lado de la improvisación y no de la melodía prefabricada, que hiciera más ruido. Fue así, todas las guitarras son improvisadas, no hay casi arreglos. Sí le metió mucho con los sonidos de las guitarras, que ahí es donde más le sacó lustre a su profesión de productor y guitarrista.
Leticia: En realidad eso hace que marque la diferencia, que los sonidos que él fue investigando hizo que la banda suene de otra manera al primer disco. Es otra banda con el mismo estilo, es muy raro.

T:-¿El disco tiene una modernización con buen gusto y respetuosa. ¿Qué nuevo ingrediente se metió en la coctelera de la banda?
Santino: Lo que fue muy genial con él es que veníamos escuchando otra música, como At the drive in y Mars Volta y es lo que pasó acá. Es esa música de los 70 llevada a la actualidad, con 30 años en el medio. Justo él quería hacer eso, y por eso nos llevamos bien desde el primer ensayo. Teníamos grabadas unas maquetas y nos trajo cosas para experimentar, por lo que fue todo muy orgánico. Así estuvimos con él un mes literalmente, 12 sesiones. Hay tres tomas de cada día, las grabamos en sesiones de tres horas y las voces en una de seis. Fueron muy pocas horas de estudio.

T: -¿En las letras con qué venías trabajando? ¿Qué idea venías pensando?
Leticia: Fue surgiendo, pero me costó un huevo, fue lo que más me costó. Quería algo más que el primero. Este disco es más cantado, aparte, y por eso quería más. En este fui escribiendo lo que me iba pasando en todo el año de llevar a cabo el disco. A lo largo del 2015, empecé a escribir a principio de año. Después me trabé un poco, pero cuando le agarré el ritmo escribí. Pero igual me costaba, estaba trabada, no sabía de qué hablar pero después fue surgiendo. Fue un año muy pesado y eso me sirvió como aliciente para escribir.

T-¿Por qué muy pesado, te referís a la situación política y social?
Leticia: Cuando grabamos el disco pensaba que dentro de todo este quilombo había que hacer música, porque somos músicos. Esos meses no fueron fáciles para mí, trabajé mucho. Mostramos lo que queremos y ahora a pensar para adelante. Leticia: No vi más la tele. Hasta el año pasado me informaba, pero ahora apagué todo.
Yo veo ficción, un recital o una serie. También me agarra la loca por pensar tanto, también estoy componiendo calculo que para el tercero. Estoy más en la música y eso ayuda a no pensar en lo otro. El país siempre está cambiando, lo vengo viendo desde siempre y te da miedo.
Me gustó mucho Walt Whitman, que lo empece a leer en estos años. Igual, más que lo social, me empezó a flashear el lado humano. Me toco ese lado más del campo que tiene Whitman. Yo vivo en Plaza Italia, en el medio del quilombo, pero mis viejos viven en Lanús y yo me fui a vivir por primera vez sola a Banfield, y todo eso es muy tranquilo. Y yo lo que leía de él es el hombre con su alma, el campo y la paz, te da esa sensación que en el medio de ese quilombo se pierde. La paz en el mundo no la conseguís, aparte. Yo no soy muy hippie, pero si leés las letras están muy ligadas a lo espiritual, aunque también a lo cotidiano y a saber unir esas dos cosas en la vida, que es una sola.

T:-¿Sentían presión por toda la repercusión positiva que genero “Mandrágora”?
Santino: Sí, muchísima presión. La presión era que fuera por lo menos igual que el primero, pero tenía que ser mejor. A mí personalmente me gusta más que el primero, tiene más personalidad. Es más en el sentido de que es la banda tocando, no hay edición. En ese sentido es mucho más valvular que el primero, creo que en la esencia es cien veces más setentoso: la banda tocando, casi no hay coros, casi no hay armonías…

T:-¿Cómo ven la escena emergente de la que forman parte?
Leticia: Y hoy en día, lo que vengo diciendo, es que se está generando una movida under que está haciendo cosas grosas. Ya no es lo que fue hace 10 años, se está haciendo una movida alterna cultural que me parte la cabeza. La gente tiene que acompañar posta.
Santino: Lo que está pasando para mí es que se está achicando la brecha de las bandas under y las consagradas. Las consagradas están llevando cada vez menos y las under cada vez más. Obviamente, las bandas grandes siguen teniendo mucho más difusión.

Fuente:Telam