La escena no pasó desapercibida. La referencia al menú milanesas no es inocente: se trata del mismo plato que el presidente solía compartir con Macri en tiempos de sintonía política. Pero hoy, el vínculo entre ambos líderes se ha enfriado y se limita a lo estrictamente formal.
Fuentes cercanas al Ejecutivo indicaron que no se habló del paquete jubilatorio durante la cena, pese a que el tema está en agenda legislativa. El proyecto, que incluye un aumento del 7,2% y un bono extraordinario, podría convertirse en ley si logra la media sanción pendiente en el Senado.
Un gesto con mensaje
El encuentro con Juez ocurre mientras el expresidente Macri lanza señales hacia la construcción de un nuevo espacio político de centro, que podría competir directamente con La Libertad Avanza. En ese marco, mantuvo recientemente una reunión con Emilio Monzó, su exjefe de campaña, gesto que en Casa Rosada no generó mayor preocupación: “Mauricio habla con todos. Si construye algo por fuera, la verdad es que no me importa”, señaló una fuente oficial a Noticias Argentinas.
Desde el entorno presidencial, interpretan los movimientos del fundador del PRO como una forma de presionar al oficialismo en medio de las negociaciones por eventuales frentes electorales en la provincia de Buenos Aires.
Por su parte, Luis Juez también tomó distancia de Macri y del PRO, y ahora parece alinearse con Milei, ocupando un lugar simbólico en la Quinta de Olivos que hasta hace poco era exclusivo del expresidente. La postal de la cena puede leerse como un gesto de respaldo al jefe de Estado, en medio de un clima de reacomodamientos políticos y definiciones de cara al futuro electoral.