Gustavo Briones, jefe de obstetricia del Hospital Materno Infantil de San Salvador de Jujuy, presentó su "renuncia irrevocable" a su cargo en desacuerdo con la decisión del Gobierno provincial de practicar una cesárea a la niña de 12 años, cuyo caso trascendió por la demora en practicarle el protocolo de Interrupción Legal del Embarazo.
"El servicio especializado en la materia desaconsejó la interrupción del embarazo, por cuanto el feto, de acuerdo a su edad gestacional, tenía altísimo riesgo de morir en caso de ser separado del seno materno”, argumentó el médico.“Hubo una innecesaria colocación en riesgo y posterior fallecimiento de un prematuro inmaduro", denunció y agregó que un feto con un peso menor a los 1.000 gramos y con un tiempo de gestación menor a 27,6 semanas "se denomina prematuro inmaduro y goza de bajísimas expectativas de sobre vida".
Sobre la posibilidad de un aborto, aseguró que "resultó inviable" porque "conforme a la definición de la Organización Mundial de la Salud, esta operación solo se realiza hasta la semana veintidós".
Si bien dejará el cargo, Briones seguirá trabajando en el equipo médico del nosocomio.
La niña de 12 años había ingresado al hospital de San Pedro y tanto ella como su madre expresaron su voluntad de no continuar con el embarazo de 23 semanas producto de una violación. Sin embargo, los profesionales de la institución no le realizaron la práctica. Luego de unos días, la menor fue trasladada a la maternidad en San Salvador. Allí, los médicos determinaron que la mejor forma de interrumpir el embarazo era mediante una cesárea. La bebé que nació permaneció internada durante varios días y murió el martes pasado.
Fuente:DERF