Desde el Instituto Provincial de la Vivienda se advierte que la repartición no vende viviendas ni carpetas y que no posee gestores que trabajen a su nombre. Es por ello que solicita a la población precaución y realizar la denuncia ante situaciones como:
Ofrecimiento de carpetas de barrios del IPV por parte de particulares y no de entidades reconocidas.
Cobro de supuestas cuotas en domicilios.
Supuestos empleados o familiares de empleados del Instituto que prometen acceso a viviendas a cambio de dinero.
Personas que ofrecen casas deshabitadas a cambio de dinero.
Ofrecimientos por parte de un particular de cancelaciones de viviendas por pago de efectivo
Pedidos de información en domicilios por personas no debidamente identificadas como pertenecientes al IPV.
Ante alguna de estas maniobras, la ciudadanía debe realizar la denuncia formal en cualquier comisaría o subcomisaría de la provincia.
Asimismo, cabe recordar que el IPV cuenta con estrictos controles por sistema y que sólo se reciben pagos de cuotas mediante medios electrónicos de entidades bancarias oficiales. Sumado a ello, que las viviendas sociales entregadas por el Instituto y que aún no están canceladas no pueden estar deshabitadas ni ser alquiladas o vendidas. En caso de presentarse alguna irregularidad, se realiza un proceso con el objetivo de recuperar la vivienda.