En medio de escándalos judiciales vinculados al crecimiento patrimonial de sindicalistas, el oficialismo amenaza con desempolvar proyectos que buscan limitar los mandatos de los jefes gremiales para evitar la reelección indefinida.
En un contexto de tensión entre el Gobierno y buena parte del movimiento obrero, el oficialismo busca darle impulso a un proyecto que la diputada cordobesa de la UCR Soledad Carrizo había presentado en 2014 y 2016, y que proponía acotar la duración de los cargos directivos en sindicatos hasta dos mandatos de cuatro años como máximo.
En uno de sus artículos, la iniciativa que apunta a reformular la ley 23.551 de Asociaciones Sindicales de 1988 señala:
"Los mandatos no podrán exceder de cuatro años, teniendo derecho a ser reelegido por un nuevo período consecutivo de cuatro años. Al finalizar éste y para poder ser electo nuevamente, deberá transcurrir un intervalo de un periodo fuera del cargo".
Según señaló la propia Carrizo en declaraciones periodísticas, entre 2014 y 2016 ingresaron un total de 11 proyectos ante la Comisión de Legislación de Trabajo de la Cámara baja.
"Es el debate que se viene. Hay una nueva conformación en el Congreso y en la comisión de Legislación del Trabajo.
Anhelamos que esta discusión empiece a darse porque es un pedido de la sociedad", manifestó en diálogo con Radio Nacional.
Al respecto, sostuvo que "hay que cortar esta cuestión del cargo por herencia" y apuntar a una real "democratización" y "transparencia" de las estructuras gremiales.
Carrizo aclaró que la iniciativa no "debilita" a los sindicatos sino que "por el contrario, cuanta mayor representatividad tengan sus dirigentes con las bases, es mejor en la mesa de discusión (con las patronales) porque evidentemente viene respaldado por sus trabajadores".
Consultado por NA, quien hasta hace un mes fuera jefe de bloque de Diputados del Frente para la Victoria-PJ, Héctor Recalde, rechazó la iniciativa para limitar por ley la reelección indefinida al sostener que "se debe respetar la voluntad de los afiliados" para así "garantizar la democracia interna".
"No se construye la democracia sindical debilitando a los sindicatos. Esto de obligar a las renovación continua de los dirigentes no es buena. Salvo que lo decidan los propios trabajadores en asamblea para modificar sus estatutos", explicó.
"Más allá de casos patológicos como los del "Pata" Medina y Balcedo, ¿quiénes somos nosotros para decidir qué es bueno para los trabajadores de un gremio? ¿Alguien hubiera cuestionado a (Raimundo) Ongaro por estar tantos años al frente de la Federación Gráfica Bonaerense? ¿O a Saúl Ubaldini? ¿Alguien cuestiona a Hugo Yasky o Sergio Palazzo?", se preguntó.
Si bien Recalde no ahorró en duros cuestionamientos al plan del oficialismo para intervenir en la vida interna de los sindicatos, descartó que se trate de una presión encubierta para alinear a la dirigencia gremial detrás del proyecto de reforma laboral.
Fuente:NA