La agresión, cuyas circunstancias están siendo investigadas, generó una ola de repudios tanto en el ámbito periodístico como político.

Este episodio no es aislado. Se suma a una serie de hechos preocupantes que vienen afectando a distintos medios de comunicación en los últimos meses, en un contexto cada vez más hostil para el trabajo periodístico. El ataque a Radio Rivadavia refuerza la percepción de que la prensa se encuentra bajo asedio permanente, en medio de un clima de creciente impunidad.

Desde el ámbito de la comunicación advierten que las respuestas del sistema político han sido, en el mejor de los casos, tibias, y que incluso algunos sectores fomentan hostigamientos contra periodistas y medios, alimentando una cultura del miedo y la censura indirecta.

Entre los episodios recientes más graves se destacan:

El ingreso forzado a las instalaciones de TN por parte de personas identificadas con La Cámpora y empleados estatales.

Las pintadas intimidatorias contra canales de streaming independientes, una nueva modalidad de presión contra voces críticas.

Hackeos a sitios web de medios, con el objetivo de silenciar contenidos o interferir en la labor informativa.

En este contexto, lo ocurrido en Radio Rivadavia donde trabajan reconocidos periodistas como Nelson Castro, Ignacio Ortelli, Jony Viale, Cristina Pérez, Baby Etchecopar, Débora Plager, entre otros representa un nuevo golpe a la libertad de expresión.

La comunidad periodística exige acciones concretas y urgentes para proteger a quienes informan, garantizando un entorno seguro para el ejercicio de la profesión. La libertad de prensa, sostienen, no puede seguir siendo víctima de ataques, indiferencia institucional y discursos estigmatizantes.