Los dos ciudadanos turcos detenidos en el barrio porteño de Puerto Madero acusados de integrar una organización criminal que cometió homicidios y secuestros en su país entre 2016 y 2017, rechazaron ser enviados a su país, por lo que se dará inicio formal al juicio de extradición, informaron fuentes judiciales.
Los hombres identificados por los investigadores como Serkan Kurtulus (40) y Lider Camgoz (34) escucharon la imputación que les leyó el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi y se negaron a ser extraditados a su país, donde fueron condenados a prisión perpetua por un tribunal de la ciudad turca de Esmirna.
Voceros judiciales informaron a Télam que tras el rechazo por parte de los imputados, el Juzgado Federal 8 formalizará el pedido de extradición ante las autoridades diplomáticas de Turquía y, una vez que la Cancillería argentina reciba la información pertinente, se analizará si se encuentran reunidos los requisitos formales que prevé la ley.
En caso de que resulte afirmativo, se la enviará al juzgado de Martínez de Giorgi para que realice el juicio de extradición.
Kurtulus y Camgoz fueron detenidos ayer al mediodía por personal de la División Investigación Federal de Búsqueda de Prófugos y Extracciones de la Policía Federal Argentina (PFA), en la esquina de las calles Juana Manso y Petrona Eyle, de Puerto Madero.
Los efectivos montaron un operativo en la zona luego de que obtuvieron el dato de que los fugitivos se alojaban en un hotel del mencionado barrio de la Ciudad de Buenos Aires desde diciembre pasado, tras haber ingresado a Argentina con pasaportes falsos, provenientes de la República de Panamá.
De acuerdo con las fuentes, ambos tenían pedido de captura internacional firmado el 17 de mayo de 2019 por el Tribunal Superior de Justicia de la ciudad de Esmirna, Turquía, por delitos como homicidio, secuestro, robo y acopio de armas, entre otros, todos cometidos entre los años 2016 y 2017.
Es que Kurtulus está acusado de liderar una organización criminal –de la cual Camgoz era su lugarteniente- que además contrataba sicarios y que ordenó, entre otros delitos, atacar a los propietarios de un centro comercial de Turquía en 2017, que provocó daños materiales en sus dos sedes, dijeron los investigadores.
Según la ficha de Interpol, a la que accedió Télam, Kurtulus está condenado a la pena de prisión perpetua en su país, acusado de los delitos de "homicidio con premeditación, infracción a la Ley de Armas de fuego, asociación ilícita para delinquir, robo a mano armada, privación ilegal de la libertad, homicidio doloso y amenazas, entre otros".
El hombre también fue imputado por el secuestro extorsivo de un empresario en agosto de 2016, que fue realizado por delincuentes disfrazados de policías, y que le exigieron a la familia de la víctima una suma cercana a los 14.500 dólares para liberarlo.
Siempre de acuerdo a la ficha de Interpol, bajo el mando de Kurtulus, otro empresario turco sufrió un asalto armado que le provocó “lesiones y pérdidas pecuniarias”, tanto al hombre como a sus empleados.
Asimismo, desde la ciudad de Batumi, Georgia, el ahora detenido se comunicó con otra víctima, a la que obligó mediante amenazas a que transfiriera el título de propiedad de un terreno.
Por su parte, uno de los dos capturados también fue acusado en septiembre de 2012 por la posesión de 21 piezas de éxtasis destinadas para la comercialización
La organización liderada por Kurtulus había cometido al menos 28 hechos delictivos en la República de Turquía -26 de ellos realizados con el uso de armas de fuego-, motivo por el cual ya habían sido detenidos 54 de sus miembros.
Además, las fuerzas de seguridad turcas secuestraron durante los operativos en los que desbarataron a esta organización criminal 3 fusiles AK47 con 35 municiones, 12 fusiles de caza con 96 proyectiles, 21 armas de fuego sin registrar, dos pistolas de fogueo y una granada de mano.
Kurtulus ya había sido detenido en Georgia en 2018 luego de un megaoperativo de la Interpol en la que participaron unos 400 efectivos, pero se desconocen los motivos por los que se encontraba en libertad.
Telam