De acuerdo al dosaje que se le practicó en el hospital Schestakow de San Rafael, Julieta Silva, la mujer que atropelló y mató a su novio rugbier, Genaro Fortunato, tenía más del doble de alcohol permitido en sangre para conducir.
La mujer, de 29 años, registró 1,07% gramos de alcohol por litro de sangre cuando la ley provincial permite 0,5 gramos.
La prueba está incorporada en el expediente que maneja la fiscal Andrea Rossi, quien imputó a Silva por "homicidio doblemente agravado por el vínculo y por alevosía".
La mujer está alojada en la penitenciaría de San Rafael, aislada en una celda y bajo un estricto control de seguridad para resguardar su integridad.
“Estaba bajo efectos del alcohol, conducía sin anteojos a pesar de los síntomas de astigmatismo y la visibilidad no era óptima por las condiciones climáticas de la madrugada del 9 de septiembre. Son viables las razones que aduce Silva al explicar por qué no vio a Fortunato”, comentó una fuente judicial.
En su declaración a la Justicia, la mujer dijo que volvió al boliche para devolverle a su novio el celular y las llaves, que llevaba en la cartera: “Pensé que había pisado un pozo", describió.
Y aseguró que recién se dio cuenta que lo había pisado cuando el cuidacoche le pidió que frene. "El chico me decía: lo pisaste, lo pisaste, pero no lo había visto", afirmó.
Fuente:DERF