La denuncia fue presentada por el diputado Gerardo Pisarello, de origen hispano-argentino y miembro del espacio de izquierda En Comú Podem, quien fundamentó su acusación en los discursos del mandatario argentino en el Foro de Davos, donde arremetió contra el socialismo y colectivos progresistas, a los que responsabilizó de “colectivismo criminal” y “esclavitud moderna”.

Pisarello comunicó su presentación judicial a través de redes sociales y denunció que los dichos del presidente argentino “promueven discursos de odio y violencia”. La justicia española deberá ahora analizar si los mensajes encuadran en alguna figura penal, en particular si configuran delitos de odio tipificados por la legislación vigente.

Por otro lado, el diputado Víctor Egío, del partido Podemos, había solicitado días atrás que Milei fuera detenido durante su arribo a Madrid, en el marco de una causa conocida como “Criptogate”, relacionada con supuestas irregularidades vinculadas a la criptomoneda Libra.

“Vamos a aprovechar la provocadora visita de Milei a España para abrir un buzón de denuncias, ya que tenemos indicios de que esas víctimas españolas existen”, sostuvo Pisarello en declaraciones al diario Clarín, aludiendo a damnificados por presuntas maniobras financieras en las que se vincula a colaboradores del mandatario argentino.

Estas acciones judiciales y declaraciones políticas se dan en el contexto de un escalamiento diplomático entre Argentina y España, tras el cruce entre Milei y miembros del gobierno de Pedro Sánchez. El conflicto incluyó acusaciones cruzadas, retiro de embajadores y tensas repercusiones internacionales.

Desde el entorno presidencial no se han pronunciado oficialmente sobre la denuncia presentada, aunque fuentes cercanas al mandatario desestimaron su impacto, atribuyéndola a “maniobras políticas de sectores ideologizados”.

La visita de Javier Milei a Europa incluyó actividades en Madrid, Hamburgo y Berlín, donde fue galardonado por think tanks y agrupaciones liberales. Su presencia generó tanto apoyo como rechazo, en un momento de alta sensibilidad política internacional.