El anuncio será realizado por el primer ministro Keir Starmer, según adelantó el viceprimer ministro David Lammy, quien subrayó que “identificar al pueblo palestino con Hamás es un error” y que el reconocimiento es clave para mantener viva la posibilidad de paz en la región.
La medida se produce en un contexto internacional cada vez más tenso: más de 140 países ya reconocen al Estado palestino, pero la decisión británica tiene un peso especial por el rol histórico de Reino Unido en Medio Oriente y su lugar en el Grupo de los Siete y en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Además, llega en la antesala de la Asamblea General de Naciones Unidas, donde se espera que otros países como Francia, Australia, Canadá y Portugal anuncien el mismo paso.
Rechazo de Estados Unidos e Israel
El reconocimiento ocurre pocos días después de que el presidente estadounidense Donald Trump expresara su oposición, al igual que el gobierno israelí, que sostiene que este gesto “recompensa al terrorismo” y debilita la lucha contra Hamás.
El primer ministro Starmer insistió en que Hamás no tendrá ningún papel en el futuro gobierno palestino y reclamó la liberación inmediata de los rehenes israelíes.
Un cambio en la política británica
Durante años, Londres condicionó su reconocimiento de Palestina a un plan de paz negociado. Sin embargo, la creciente destrucción en Gaza, el desplazamiento de su población y el avance de los asentamientos israelíes en Cisjordania aceleraron un giro de postura.
“Es fundamental mantener viva la solución de dos estados para los niños de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Oriental”, sostuvo Lammy.
El Reino Unido, que en 1917 emitió la histórica Declaración Balfour y gobernó Palestina bajo mandato tras la Primera Guerra Mundial, reconoce con este gesto un cambio de rumbo frente a lo que el propio gobierno calificó como una “injusticia histórica”.