Durante las comunicaciones, el mandatario advirtió que estos hechos podrían desatar una crisis nuclear de alcance global. Según informó la Dirección de Comunicaciones de Turquía, Erdogan dialogó por separado con el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman, el rey Abdullah II de Jordania, el primer ministro de Pakistán Shehbaz Sharif, el presidente electo de Irán Masoud Pezeshkian, y el presidente de Egipto Abdel-Fattah al-Sisi.

En todas las conversaciones, el mandatario turco expresó su fuerte rechazo a los bombardeos israelíes sobre Irán, los cuales calificó como "una amenaza irresponsable para la seguridad regional y mundial". Además, denunció que dichos ataques que causaron víctimas civiles y la muerte de altos mandos militares ocurrieron mientras avanzaban negociaciones nucleares entre Estados Unidos e Irán, lo que a su juicio representa un "intento deliberado de sabotear los esfuerzos de paz".

"La región no puede permitirse otra crisis", sentenció Erdogan, y remarcó que una guerra a gran escala no solo incrementaría la inestabilidad, sino que también podría provocar masivas olas de migración forzada y consecuencias humanitarias de gran magnitud.

Asimismo, instó a todos los líderes con los que habló a reforzar las vías diplomáticas como única salida viable para desactivar la tensión y evitar una escalada con potencial nuclear.

Durante su charla con el presidente egipcio, Erdogan también advirtió que los bombardeos contra Irán no deben desviar la atención de la crisis humanitaria que atraviesa Gaza. "El desafío del Gobierno israelí al derecho internacional es un problema del mundo entero, no solo de la región", enfatizó.

El presidente turco ha venido desempeñando un rol activo en la mediación de conflictos en Medio Oriente y volvió a reafirmar su apuesta por soluciones políticas que preserven la estabilidad regional.